El Museo del Palacio de Bellas Artes presenta la exposición Diego Rivera. Nueva vida a un mural destruido 1933/1934
Ofrece una revisión historiográfica del proceso de creación del mural de Diego Rivera destruido en 1934 en el Centro Rockefeller, en Nueva York
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través del Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA), perteneciente a la Red de Museos Inbal, presentan la exposición Diego Rivera. Nueva vida a un mural destruido 1933/1934, en el marco de los festejos por el 90 aniversario del máximo recinto cultural de México.
Compartir una revisión sintética del proceso de creación de los murales que se encuentran en el Palacio de Bellas Artes como colección permanente, así como profundizar en la historia de uno de las obras más representativas de este acervo –El hombre controlador del universo, de Rivera– y proporcionar a los visitantes más herramientas para su puesta en valor, es el objetivo de la exposición que se inauguró este martes 25 de junio y que estará abierta al público hasta el 8 de septiembre de 2024 en las salas Siqueiros y Camarena.
La muestra fue inaugurada –con la representación de la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López– por la coordinadora nacional de Artes Visuales, Lluvia Sepúlveda,, quien dijo que se trata de “una invitación a reflexionar sobre la libertad de expresión y el poder del arte como elementos de transformación social” desde los muros del Palacio de Bellas Artes.
Este conjunto de obras –pintura, dibujos, bocetos, fotografías, documentos impresos y sonoros– no solo celebran la creatividad y la genialidad de Diego Rivera, sino también nos permite adentrarnos en un capitulo fascinante y turbulento de la historia del arte, cuando en 1931, Nelson Rockefeller encargó a Diego Rivera, un artista mexicano de renombre internacional, la creación de un mural para el edificio Radio City en Nueva York bajo el tema El hombre en la encrucijada, mira con esperanza y gran visión hacia la elección de un futuro mejor, dijo.
Desafortunadamente –agregó— el mural fue destruido en 1934, debido a las tensiones políticas y a las diferencias ideológicas de ambas personalidades. Por lo tanto, comentó, la muestra es un tributo a la libertad creativa y a la perseverancia de aquellos que, como Rivera, ven en el arte una herramienta de reflexión acerca del destino de la humanidad.