Víctor Barrera
El gobierno federal obligado a trabajar para todos los mexicanos y no solo para unos cuantos
La preocupación que muestra el gobierno federal mexicano es un reflejo de la incapacidad para resolver los problemas que persisten en el país y que cualquier cosa significa una oportunidad para excusarse de esa incapacidad
Es cierto que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, es más un comerciante que un político y por ello sus decisiones en razón de obtener mayores ganancias aun cuando no sean de beneficio general, siquiera para sus gobernados.
Estas decisiones, que, parten de 100 ordenes Ejecutivas, han incrementado la preocupación de gobierno federal que sabe que sus limitantes para resolver los problemas están en su propia ideología.
La llamada 4T, que continua en el poder, no es capaz de encontrar soluciones prácticas a propuesta o incentivas que buscan solo ganancias monetarias y es por ello que se cobija con el manto de la soberanía, cuando esta no existe dentro del país.
Un país soberano no es aquel que enfrenta con armas otros países, o que impide un libre comercio que otorgue a sus gobernados a elegir el producto que más le convence y no el único producto que ofrece el gobierno.
Claudia Sheinbaum, titular del poder Ejecutivo, no ha entendido que tiene la oportunidad de escribir en los libros de la historia de México un legado que traspase decenios de años, porque sigue aferrada a continuar con la ideología que planteo su mentor político o Mesías y que se basa en dividir a la población para evitar un desgaste político que lo llevará a descubrir sus incapacidades como estadista.
Pide unidad, al igual que los legisladores de Morena y aliados para enfrentar las decisiones de Donald Trump, pero cada mañana sigue llamando traidores a la patria a quienes no piensan igual que ella, y sigue insistiendo que existen adversarios políticos y no diferentes opiniones políticas que conjuntando todas podrían encontrarse soluciones más rápido. Porque sigue cerrando la puerta al diálogo y entablar conversaciones que ofrezcan soluciones de beneficio para todos.
En lo que va de su sexenio no ha buscado una sola reunión con quienes piensa distinto a ella y tampoco se ha reunido con comunidades de mexicanos en Estados Unidos, para escucharlos y saber de manera directa las preocupaciones de estos en dado caso de regresar al país.
Si así fuera, entendería que sus preocupaciones son la falta de empleos en México, los altos niveles de inseguridad y corrupción persistente que en muchas ocasiones proviene de los funcionarios públicos y por supuesto, las necesidades de servicios básicos en muchas de las comunidades de origen de estos connacionales.
Por tanto, no puede manifestar, Claudia Sheinbaum, que México está preparado para recibir a los mexicanos deportados.
Defender a los mexicanos, a nuestro territorio y a la patria no tiene discusión, pero tampoco se pueden utilizar conceptos para engañar a los mexicanos y excusar las ineficiencias del gobierno federal.
Entonces hacer un llamado a la unidad de parte de quienes han dividido el país durante seis años, tampoco han respetado el voto popular y han violentado cuanta ley han querido para imponerse, resulta irónico.
Repito no se trata de incitar a la violencia, sino de concretar soluciones, unidad para que todos busquemos las soluciones correctas y estas deberán empezar en que el gobierno federal ofrezca el ambiente propicio para que los connacionales deportados puedan aplicar sus habilidades en trabajos dentro del país, para que se origen riqueza que permita crear infraestructura para muchas comunidades, ofrecer un ambiente más seguro, porque si haya trabajo nadie buscará arriesgar su vida por dinero en actividades ilícitas.
La soberanía es el resultado de las buenas acciones de los gobiernos, donde no existen adversarios,…